(Alguien tenía que empezar a jugar...Me invade una sensación de desnudez inquietante y no sé hasta qué punto os puede interesar. Mi método: adoptando una forma tan aparentemente banal como YO SOY traté de acumular definiciones hasta que no me quedara nada más que quisiera decir. Este juego tiene más miga de la que pensaba.)
(Cuando nací le dijeron a mi madre, ¿quiere usted que le hagamos un corte en los deditos de los pies? Y a mi madre, de pronto, le invadió una tremenda ternura por mis pobres dedos siameses y casi se come a la enfermera. He empezado por aquello que soy indudablemente.)
Yo soy una frase de Kandinsky: CONTRADICCIONES Y CONTRASTES ESA ES NUESTRA ARMONÍA.
Yo soy una mujer.
Yo soy alguien a quien alguien está esperando.
Yo soy un marasmo en flor.
Yo soy morena, pero hermosa, hijas de Jerusalén (Cantar de los Cantares).
Yo soy una buceadora, respiro bien en las profundidades.
Yo soy una estrella del music-hall.
Yo soy quien tiró adoquines a la Policía en mayo del 68.
Yo soy Emily Dickinson enfrentándose a Dios ("excelencia sórdida tal es el Paraíso")
Yo soy todas las heroínas de Jane Austen.
Yo soy viajes llorando en Auto-Res, kamikazes enamorados.
Yo soy horas de conversación.
Yo soy una espiral dibujada sin pensar.
Yo soy abrazos por la espalda.
Yo soy Dido viendo partir las naves.
Yo soy frágil.
Yo soy Corazón de cristal, Esta boca es mía, Al alba, Esto no es una elegía, La flor de la canela, La chica de Ipanema, Cuando te duermas, Audrey, la música de Josquin des Prez, Mira que eres linda, Army of me, el cancionero de Cole Porter en la voz de Ella...(y todo lo hortera, y todo lo triste, y todo lo que me recuerde a alguien, y todo lo que haya bailado alguna vez).
Yo soy pendientes a juego con la ropa. Yo soy risa a borbotones.
Yo soy la madre de alguien que aún no es.
Yo soy incapaz de admitir que no sé algo.
Yo soy absurdamente orgullosa.
Yo soy delicada con lo delicado.
Yo soy hipocondriaca.
Yo soy champiñones de la abuela Isabel.
Yo soy una foto para nadie en la place Dauphin.
Yo soy kristeva.
Yo soy lágrimas en el cine siempre.
Yo soy un coñazo aplicando el Feng Shui.
Yo soy pelo recogido para besos en el cuello.
Yo soy escote.
Yo soy manifestaciones del 13 de marzo.
YO SOY LA TENTACIÓN, jajaja.
Yo soy casi incapaz de andar con tacones.
Yo soy impulsiva a la hora de hablar.
Yo soy negación del cuerpo.
Yo soy, sin embargo, alegría en el espejo al vestirme y maquillarme por las mañanas.
Yo soy montaña de libros por leer (¡compradora compulsiva de libros!)
Yo soy la calle Libreros, escaleras de la Clerecía, mi Plaza Mayor y todos los bares absurdamente decorados de Salamanca.
Yo soy el Botánico.
Yo soy el vértigo.
Yo soy un hexagrama cambiante.
Yo soy más yo en una tienda de campaña.
Yo soy Candelario (pueblo de Salamanca).
Yo soy los hoyuelos que le gustan a mi abuela.
Yo soy insegura hasta decir basta.
Yo soy pasear.
Yo soy una salmantina en carne viva.
Yo soy siempre una absurda esperanza.
Yo soy cada rincón de mi casa.
Yo soy ropa interior nunca blanca.
Yo soy quien me cuida, quien te cuida, quien me quiere, quien te quiere.
Yo soy miedo en el metro.
Yo soy silencio y dejación si me enfado.
Yo soy intensidad mal medida.
Yo soy cada línea del guión de Memorias de África.
Yo soy miedo a hacer y que me hagan daño.
Yo soy cada línea que ahora miras.
Yo soy quien se esconde debajo del nombre con el que tú me nombras.