15 mayo 2006

BORIS VIAN (de nuevo) (algo así como una segunda parte)



BORIS VIAN

fragmento de LA ESPUMA DE LOS DÍAS

[...]

-¿Quieres un aperitivo? -preguntó Colin-. He terminado mi pianocóctel, podrías probarlo.

-¿Funciona? -preguntó Chick.

-Perfectamente. Me ha costado ponerlo a punto, pero el resultado va más allá de lo que yo esperaba. A partir de la Black and Tan Fantasy, he conseguido una mezcla realmente sorprendente.

-¿En qué principio te basas? -preguntó Chick.

-A cada nota -dijo Colin- le asigno un alcohol, un licor o un aroma. El pedal fuerte corresponde al huevo batido y la sordina al hielo. Para el agua de Seltz hace falta un trino en el registro agudo. Las cantidades están directamente relacionadas con la duración: a la semifusa le corresponde un dieciseisavo de la unidad, a la negra la unidad y a la redonda cuatro unidades. Cuando se toca una melodía lenta, se activa un sistema de registro, de forma que lo que aumente no sea la dosis -lo que produciría un cóctel demasiado abundante- sino la proporción de alcohol. Y, según la duración de la melodía, si se quiere se puede modificar el valor de la unidad, reduciéndola por ejemplo a la centésima, consiguiendo así una bebida que tenga en cuenta todas las armonías mediante un reglaje lateral.

-Resulta complicado -dijo Chick.

-Todo ello funciona mediante contactos eléctricos y relés. No te doy más detalles, que tú ya sabes de eso. Y además el piano funciona de verdad.

-¡Es fantástico! -dijo Chick.

-Sólo hay una cosa molesta -dijo Colin-, y es el pedal fuerte para el huevo batido. He tenido que instalar un sistema de engranaje especial, porque cuando se toca un fragmento demasiado "hot", caen fragmentos de tortilla en el cóctel, y resulta difícil de tragar. Tengo que modificarlo. Actualmente, basta con tener cuidado. Para la nata, está el sol bemol.

-Me voy a poner uno de Loveless Love -dijo Chick. Será colosal.

...(por supuesto) mientras escribo este fragmento de La espuma de los días escucho una y otra vez Black and Tan Fantasy de DUKE ELLINGTON, por eso me veréis sonreír.

Siempre he pensado qué quedaría en las manos de Duke Ellington después de tocar así el piano; por eso y porque lo sigo pensando he puesto la foto del "duke" (sonriente-sonriente); además, si él compuso Black and Tan Fantasy también inventó -podríamos suponer- el cóctel del mismo nombre: quizá por eso sonríe. El piano no llega a verse en la foto, pero seguro que también está partiéndose de risa; incluso charlando de nuevos cócteles de nombres retorcidos con la trompeta que chilla a su lado para dar a conocer lo que a las tripas del trompetista le da por recordar e inventar. Al final, en los dedos de Duke queda un delicioso aroma a sueño, como cuando al despertar recuerdas haber pasado la noche con una persona querida desde hace mucho tiempo (y te traes algo -nuevo- de ella a la vigilia). Entonces imagino que entre canción y canción Duke dedicaba apenas un instante para oler entre dedo y dedo la melodía que acababa de tocar, pensando en la siguiente... la combinación es interminable: sienten a Duke al piano (play) y déjense llevar...

Esta segunda parte de(dicada a) BORIS VIAN (al igual que el poema Uno más) es una especie de agradecimiento a quien puso el enlace de Boris Vian; por eso este delicioso invento del pianocóctel para bebidas con swing que me hace sonreir cada vez que vuelvo a releerlo (me encanta!)

haciendo ejercicios prácticos de swing con el teclado de mi ordenador (para escándalo de mis vecinos): gonzalo