14 mayo 2006

CEREBRO- Estefanía Rodero

Como se animó el debate sobre la identidad y es un tema que me obsesiona os dejo un reguero de duda provocado por un verso de Emily Dickinson que decía algo así como que el peso del cerebro es Dios:

Circunvolución:
¿soy yo un pliegue
del cerebro,
hogar sostenido
por la sangre,
cópula de azar,
de quién recuerdo?
Circunvolución:
fallo que se derrama,
¿qué conexión
inventa el lejos?,
lóbulo feliz
ya no se basta,
el yo, el yo,
dudarse eterno.
Revolución:
clave-búsqueda
maldita,
continente
contingente
de los peros,
por encima de ti
¿quién nos desata?,
el punto que interroga
está tan hueco...