fragmentos de UNO, NINGUNO Y CIEN MIL de LUIGI PIRANDELLO
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En cambio, me obsesioné pensando que yo no era para los demás aquel que hasta entonces, para mí, me había figurado ser.
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Yo quería estar solo de un modo absolutamente insólito, nuevo. Todo lo contrario de lo que pensáis vosotros, es decir, sin mí y precisamente con un extraño alrededor.
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Así quería estar yo solo. Sin mí. Quiero decir sin ese yo que ya conocía, o que creía conocer. Solo con un cierto extraño, que sentía ya oscuramente que no podría apartar nunca más de mi lado y que era yo mismo: el extraño inseparable de mí.
¡Entonces sólo advertía uno! Y este uno, o la necesidad que sentía de permanecer sólo con éste, de ponerle delante de mí para conocerlo bien y conversar con él, me turbaba sobremanera, con una sensación entre de rechazo y de espanto.
Si para los demás no era aquel que hasta entonces había creído ser, ¿quién era yo para mí?
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¿Y los demás? Los demás no están en absoluto dentro de mí. Para los demás, que miran desde fuera, mis ideas, mis sentimientos tienen una nariz. Mi nariz. Y tienen un par de ojos, mis ojos, que yo no veo y que ellos ven. ¿Qué relación existe entre mis ideas y mi nariz? Para mí, ninguna. Yo no pienso con la nariz, ni me preocupo de ella al pensar. Pero, ¿y para los demás? ¿Los demás que no pueden ver dentro de mí mis ideas y ven desde fuera mi nariz? Para los demás, la relación entre mis ideas y mi nariz es tan íntima, que si aquéllas, supongamos, fueran muy serias y ésta por su forma muy ridícula, se echarían a reír.
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LUIGI PIRANDELLO, Uno, ninguno y cien mil (ed. Acantilado)
2 Comments:
si soy yo mismo, en un inevitable comentario a mi mismo, a otro yo mismo:
lo olvidaba...
en este caso quizá no sea muy necesario, pero gustaría poner (desde ahora y para)siempre la procedencia de la foto o la ilustración... os diré que es un fotograma de La Dama de Shangai (Orson Welles)...
postdata: si te preguntas quién eres, atento a tus reflejos
Estuve buscando en el Zhuang Zi (junto con el Lie Tse y el Tao Te King, los tres clásicos del taoísmo)el modo de parafrasear casi punto por punto las citas que publicaste. Recuerdo una clase de Galiano el año pasado en la que hablaba del Brahmán y la disolución del yo en el absoluto. Y precisamente lo que más recuerdo era la comodidad con la que podía hablar la gente de esta disolución (recuerdo incluso a mi amiga María en esa clase encantada). ¿A tí también te resulta sencillo?
ZHUANG ZI- LIBRO II, DE LA UNIDAD DE LOS SERES
"Si no hay otro, no hay yo; si no hay yo, no hay nada que pueda manifestarse".
"Todo ser es otro y todo ser es él mismo. Esto no se ve desde el otro, sino que se sabe desde uno mismo. De ahí que se diga: el otro surge del sí mismo, aunque también éste depende de aquél. Nacen ambos al mismo tiempo, y aun así cumple decir que el nacer es morir y el morir nacer, y que el poder es no poder y lo imposible posible."
Y ahora el debate sería quién define la identidad y quién la otredad, y qué significa exactamente ser otra.
La que ha montado Ana con las manos del titiritero...
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