03 julio 2006

MANDALA II


Si por una sola vez pudiera haber silencio.
Si lo casual y lo no peligroso
enmudeciera y la risa vecina,
si el ruido que provocan mis sentidos,
no me limitara tanto al despertar.
Entonces, desde un pensamiento de mil aspectos
hasta estar cerca de ti
podría pensarte
y poseerte (sólo durante una sonrisa)
para regalarte toda una vida
como agradecimiento.
-Rainer María RILKE-