02 julio 2006

MANDALA I

Camina con calma y serenidad a través del ruido y de la prisa y ten presente la paz, ya que puede dar cobijo al silencio. Procura que tus relaciones con los demás sean amistosas sin que te sientas obligado a ello. Expresa tu verdad claramente y escucha a los demás, incluso a los que carezcan de espíritu y a los ignorantes, ya que también ellos tienen su historia. Aléjate de las personas agresivas, pues suponen una tortura para el espíritu. Sé tú mismo; ante todo no finjas sentir afecto por los demás, no seas cínico en el amor, pues en la sequía y la decepción el amor es incesante como la hierba...
Eres hijo del universo, como lo son los árboles y las estrellas. Tienes derecho a existir. Seas consciente o no, es indudable que el universo evoluciona según lo previsto. Por eso, vive en paz con Dios, a pesar de la imagen que tengas de él, de tus fatigas y anhelos.

(Desiderata de la antigua Catedral de St.Paul en Baltimore, 1692)

Pues en la sequía y la decepción el amor es incesante como la hierba...