09 mayo 2006

Después de haber bailado demasiado se llora en sueños.

¡Buenos días a los hombres y las mujeres de bien del planeta! (una, que se pone evangélica a la menor). Es mayo, hay golondrinas junto a mi ventana y escucho bossa-nova, ¿qué significa todo esto? ¡SÍ! ¡Lo habéis adivinado! ¡Os voy a soltar una parrafada taoísta, qué suerte tenéis! Pero no es una parrafada taoísta cualquiera, ¡no!, es una parrafada taoísta en homenaje a Sigmund Freud (doble salto mortal sobre la pista, TACHÁN). Porque los sueños ¿dicen la verdad como las ficciones? ¿O también nos mienten? ¿Nos dirán la verdad mintiendo? ¿Sueño, mito, poesía y ficción?
Besos.
Estef.
La aplicación del espíritu tiene ocho efectos, a saber: la deliberación, la acción, el éxito, el fracaso, la tristeza, la alegría, la vida y la muerte, todo eso está relacionado con el cuerpo. La abstracción del espíritu tiene seis causas, a saber: la voluntad, la aversión, el pensamiento intenso, el sueño, el arrobamiento y el terror; todo eso está relacionado con el espíritu. Los que no conocen el origen natural de las emociones, cuando han experimentado alguna se preocupan por su causa. Los que saben que el origen de las emociones es natural, no se preocupan más por ellas, puesto que conocen su causa. En el cuerpo de un ser, todo, plenitud y vacuidad, gasto y aumento, todo está en armonía, en equilibrio, con el estado del cielo y de la tierra, con el conjunto de los seres que pueblan el cosmos. Un predominio del yin hace que uno sueñe que vadea el agua, con sensación de frescor. Un predominio del yang hace que uno sueñe que atraviesa el fuego, con sensación de quemazón. Un exceso simultáneo de yin y de yang hace que uno sueñe con peligros y riesgos, con esperanza y temor. En el estado de saciedad, uno sueña que da; en el estado de ayuno, uno sueña que toma. Los espíritus ligeros sueñan que se elevan por el aire, los espíritus graves sueñan que se hunden en el agua. Acostarse ceñido con un cinturón hace que se sueñe con serpientes; la vista de pájaros que llevan crines hace que uno sueñe con volar. Antes de un duelo se sueña con fuego; antes de una enfermedad se sueña con comer. Después de haber bebido mucho se tienen sueños tristes; después de haber bailado demasiado se llora en sueños.
(Tratado del vacío perfecto, Lie Tse)