Yardbird Suite- Alberto Sala Alcayde
Aquel inmenso laberinto,
ensangrentado lamento
del que pudo escapar.
Luego El Perseguidor
y todas sus ácidas huellas
en un relato instrumento.
Dolorido aliento cuando dejó de soplar.
Huérfano el jazz,
el Sena se queja en sus venas
de pistolas cargadas que lo dejaron morir.
Sólo el viento a lo lejos
continúa improvisando
por todo aquel mundo
su eterno ataúd.
Alberto Sala Alcayde
ensangrentado lamento
del que pudo escapar.
Luego El Perseguidor
y todas sus ácidas huellas
en un relato instrumento.
Dolorido aliento cuando dejó de soplar.
Huérfano el jazz,
el Sena se queja en sus venas
de pistolas cargadas que lo dejaron morir.
Sólo el viento a lo lejos
continúa improvisando
por todo aquel mundo
su eterno ataúd.
Alberto Sala Alcayde
1 Comments:
¡Muchas gracias, Alberto! Presiento que estos toques jazzísticos le encantarían a Cortázar (bueno, y al resto, que para el caso es lo que cuenta). Cambié el color del poema de Javi y del tuyo, porque me salió la editora del alma, jeje, como un alien. Prometo contraatacar mañana con el texto aquel del que te hablé que se parecía tanto a un poema tuyo, y sobre el que (laberintos y más laberintos) escribí yo otro poema. QUE NO PARE.
Un abrazo,Estef.
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